miércoles, agosto 08, 2012

Como flotando en el agua



He descubierto que para mí la felicidad no contiene ni euforia, ni exaltaciones... me he dado cuenta de que cuando puedo decir que soy feliz es cuando más tranquila me siento con una extraña y dulce entrega y quizás pasividad, es poder contemplar hacia adentro, ver que todo funciona (quizás no al 100% ya que las máquinas perfectas no existen) y aunque exista alguna carencia, ésta se ve balanciada de alguna forma.

En unos días más comienzo una nueva etapa. Etapa que comenzó desde mucho antes con algo así:
 "-hagamos un asado?
-ya! hagámoslo altiro!"
Sólo que ahora tomará un poco más de forma para la sociedad...

Y me siento feliz, con una energía que lo envuelve, me envuelve, nos envuelve. Ya que me dejé llevar, comencé a creer y confiar y simplemente dejarme flotar, que todo siga su normal curso y las corrientes siguen su propio cauce.