Limpieza: preparándose.
Y así como el exterior se “prepara” también lo vive (o debería vivir) el interior, es decir, desde la contemplación del ombligo… Como los árboles cambian de vestido, como se poda, para que luego crezcan mejores ramas, más fuertes, con mejores frutos, algo también pasa en uno; las paredes se volvieron blancas a fin de reflejar mejor la luz, a fin de hacer una limpieza, podé mi pelo, saqué lo malo para que crezca fuerte, limpio todo, hasta mis propios demonios con tal de no perder el horizonte, para despejar la mirada, con pocos recuerdos materiales para poder viajar ligera o hibernar holgadamente.
Limpiarse, para que todo fluya naturalmente, para que no se produzcan inundaciones ante la presencia de temporales. Volverse semipermeable para seleccionar qué sale, qué entra y no perder energías en dichos procesos. Para que el calor generado no se pierda y no se requiera de una fuente externa, ni crear dependencia.
Y Usted vive estos procesos? De qué manera?